¿Sigue siendo necesario un maquetador web en tiempos de IA?

La llegada de la IA aceleró procesos que antes dependían mucho de un maquetador web: generar componentes, adaptar estructuras, crear layouts responsivos e incluso limpiar código. Hoy cualquiera puede pedirle a una IA que monte una página web… y algo funcional tendrá.

¿Entonces ya no se necesita un maquetador? La respuesta no es tan simple.

1. La IA maqueta, pero no diseña criterios

ChatGPT, Claude u otras herramientas pueden generar HTML y CSS, pero no saben:

  • Si el diseño respeta branding.
  • Si el layout es coherente con UX del negocio.
  • Si la accesibilidad es la correcta.
  • ¿Cómo se integra con el CMS real de la empresa?
  • ¿Cómo se comporta cuando el diseño original está incompleto?

La IA es una herramienta potente, pero no reemplaza criterio profesional.

2. Los roles cambiaron: ahora se espera un “maquetador + criterio técnico”

Las empresas ya no buscan solo “alguien que pase un diseño a código”.
Hoy se valora:

  • Quien sabe corregir lo que la IA maqueta.
  • Quien entiende cómo insertar eso en sistemas reales.
  • Quien mantiene orden y escalabilidad.
  • Quien detecta inconsistencias en el diseño original.
  • Quien garantiza accesibilidad real.
  • Quien no rompe la web en navegadores reales.

Ese trabajo no lo reemplaza un modelo de lenguaje.

3. La verdadera brecha hoy no es el título: es el criterio técnico

Laptop con birrete de graduación, diploma y signos de interrogación representando duda sobre título universitario.

La IA puede generar código rápido, pero no distingue buena maquetación de una mediocre. Y esa diferencia se nota cuando un proyecto llega a producción.

Hoy lo que realmente separa a un maquetador competente de uno improvisado es:

  • Su capacidad de validar lo que la IA produce.
  • Su habilidad para corregir inconsistencias entre diseño y código.
  • Su criterio para mantener accesibilidad, orden y escalabilidad.
  • Su experiencia real integrando layouts en entornos profesionales (WordPress, Shopify, sistemas propios).

La industria busca gente que sepa pensar, decidir y depurar. Ya no importa tanto si alguien codifica línea por línea o usa IA: importa si sabe cuándo confiar en la herramienta y cuándo no.

4. ¿Cómo debería evaluarse hoy a un maquetador en la era de la IA?

Hace unos años tuve la oportunidad de colaborar brevemente en el proceso de selección de candidatos para el puesto de maquetador web en una agencia de marketing llamada Update Global Marketing. En ese contexto, aprendí que muchas veces los títulos o certificados no son lo más importante, sino la claridad, el criterio, la capacidad técnica del postulante y la comunicación que el tendrá con nosotros.

Un buen proceso de selección debería incluir:

  • Ejercicio práctico: replicar un diseño real con HTML, CSS y la ayuda que la persona prefiera (IA incluida).
  • Criterio: justificar decisiones de accesibilidad, responsive y estructura.
  • Revisión del portafolio: cómo resuelve casos reales.
  • Capacidad para trabajar con IA: no rechazarla, sino integrarla.
  • Hoy no solo importan conocimientos: importa cómo usas la IA para producir mejor y más rápido.
Persona mostrando un diseño web impreso para evaluar habilidades en maquetación

5. El valor del maquetador no está desapareciendo, está evolucionando

Ya no es un rol aislado. Es un rol híbrido:

  • Maquetador.
  • Integrador.
  • Corrector de IA.
  • Guardián de calidad visual.

Y ese trabajo sigue siendo clave para que un proyecto llegue a producción con estándares profesionales.

La IA puede automatizar tareas, pero no reemplaza criterio.

Y la maquetación no desaparece: se transforma. Lo que importa hoy es demostrar capacidad real, adaptabilidad y criterio técnico.


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